Como era de esperar entre los daños materiales destaca el de la propia unidad de transporte, habiéndose producido en un total de 171 accidentes, siguen de lejos los daños ocasionados en otras unidades de transporte en 27 accidentes y los daños en infraestructuras en 16, de los cuales 6 fueron accidentes por ferrocarril (Ver capítulo V). Decir que son frecuentes los casos en los que se producen simultáneamente varios tipos de daños materiales dentro del mismo accidente.
       
 
A continuación se describen dos de los accidentes más singulares en cuanto a daños materiales ocasionados:

- El 13 de agosto de 1997 en El Egido (Almería), un vehículo que transportaba gasóleo se empotró en una vivienda, con el consiguiente riesgo para sus ocupantes y viviendas colindantes.

- El 11 de septiembre de 1998 en el núcleo urbano de Soraluze (Guipúzcoa) un camión que transportaba butano, sufrió en el accidente una fuga que formó una nube de gas que explotó y originó una bola de fuego. El fuego producido afectó a la fachada del inmueble, a la unidad de transporte, a otros 5 turismos y a una furgoneta.