En cuanto a las sustancias involucradas, destacan los 130 accidentes (55,3%) en los que se vio involucrado un vehículo que transportaba alguna sustancia perteneciente a la clase 3 (líquidos inflamables), siendo las principales mercancías los gasóleos, seguido de cerca por la gasolina; la segunda clase implicada fue la 2 (Gases comprimidos, licuados o disueltos a presión), con 42 casos (17,9%), donde los principales productos fueron propano y butano y en tercer lugar la clase 8 (materias corrosivas) con 38 sucesos (un 16,2% del total) siendo los principales productos involucrados el ácido clorhídrico, el sulfúrico y el hipoclorito sódico.

   
   
Por último y con menor importancia relativa figuran las sustancias pertenecientes a la clase 6.1 (materias tóxicas) en 12 accidentes (5,1%) y a la clase 9 (materias y objetos peligrosos diversos) involucradas en 4 accidentes.

No ha habido registro de ningún accidente de convoyes o vehículos que transportasen materias de la clase 4.2 ( Materias susceptibles de inflamación espontánea) ni 5.2. (Peróxidos orgánicos).