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En el año 2003 se transportaron por ferrocarril 2.886.171
Tm. de mercancías peligrosas, el 25 % en contenedor-cisterna
y el 75 % en vagón-cisterna. En el 2004 disminuyó
el volumen de mercancías peligrosas transportadas por
ferrocarril a 2.277.818 Tm., siendo los porcentajes del 34%
en contenedor-cisterna y el 66% en vagón cisterna.
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Existe una relación entre la densidad y localización
de las instalaciones industriales y la ocurrencia de los accidentes.
Así Cataluña es la Comunidad en donde más accidentes
se han notificado, seguida de las Comunidades de Valencia, Andalucía
y el País Vasco.
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Por otro lado, decir que según la información disponible,
se destaca que no se han producido emergencias por accidentes en
el transporte de mercancías peligrosas en las ciudades autónomas
de Ceuta y Melilla.
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Teniendo en cuenta que el transporte de productos energéticos
es el mas frecuente, es lógico que el mayor número
de accidentes corresponda al transporte de este tipo de mercancía.
Así en el 53% de los accidentes se ha visto involucrada una
mercancía de la clase 3 “Materias líquidas inflamables”
y de la clase 2 “Gases” en un 19%.
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Los tipos de accidente más frecuente han sido los tipos 2
y 3 (95% en el periodo 1997-2004) frente a los de tipo 4 (5%).
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Por primera vez, desde que se realiza el este estudio estadístico,
en el bienio 2003-2004 han sucedido 4 accidentes de tipo 5, en los
que se produjo explosión de la carga.
- Por último, en cuanto a la situación de emergencia
creada y como cabría esperar, no ha existido ninguna situación
3, en la que haya estado presente el interés nacional, y
en cuanto a situaciones tipo 2, tan solo se ha declarado en 9 accidentes
ocurridos en el transporte por carretera en el periodo 1997-2004.
El resto de accidentes se reparten entre las situaciones 0 y 1 (58%
y 40% respectivamente en el periodo analizado).
EN CUANTO A LA INFORMACIÓN CONTENIDA EN LOS BOLETINES NOTIFICADOS
En
todos los estudios publicados hasta ahora hemos considerado incluir
este apartado dada la importancia que tiene, una buena y detallada
cumplimentación del boletín estadístico del
Anexo II de la Directriz Básica, dado que dicha información
es la base del estudio que se presenta.
Hay
que destacar que sigue habiendo boletines que han sido enviados
con una información incompleta, faltando en algunos casos,
datos importantes como: la localización, cantidad transportada,
tipo de accidente, etc.
La
información adicional y de tipo descriptivo, en general es
escasa, estando en la mayoría de los casos sin completar
los campos de observaciones, por lo que la información resulta
demasiado escueta. Por tanto, en muchos casos las descripciones
de los accidentes son recogidas de otras fuentes de información
alternativas como: Información recogida a través del
Centro Nacional de Coordinación Operativa de la DGPCE, partes
Guardia Civil, agencias de prensa etc., cuando lo deseable sería
que el Boletín estadístico normalizado contenga en
sus apartados la máxima información posible sobre
el accidente, recogida por las autoridades competentes de acuerdo
con la Directriz Básica, e incluso sería interesante
que el boletín estadístico viniera acompañado
de algún recorte de prensa.
Concretamente:
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En el tipo de accidente, casi nunca aparece una breve descripción
del mismo.
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En el apartado de daños, casi nunca se describen los daños
materiales o ambientales producidos limitándose a marcar
con una cruz el tipo de daño.
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En cuanto a daños ambientales, los datos que se dan en este
estudio proceden de contabilizar aquellos accidentes en los que
ha rellenado la casilla correspondiente a los tipos diferentes de
contaminación, pero son pocos los accidentes en los que realmente
se describe como se ha producido esa contaminación y su magnitud,
por eso en el apartado correspondiente se habla de posibles daños
ambientales. En este caso es muy importante la descripción
del daño ocasionado. Por ilustrar con un ejemplo, no es lo
mismo la contaminación ocasionada por el goteo producido
por un problema en una válvula que si se vierten los 20.000
litros de una cisterna. Por ello, conviene siempre indicar la cantidad
de producto involucrado en una fuga o derrame.
Algunas
precisiones que serían deseables se tuvieran en cuenta por
parte de los responsables de la cumplimentación de los informes
de accidentes son las siguientes:
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Reflejar toda la información posible utilizando los espacios
reservados a observaciones para describir las circunstancias del
accidente.
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En el apartado de localización de accidente, en caso de accidente
en carretera, al lado de la denominación de la vía
sería aconsejable indicar entre paréntesis si se trata
de autopista/ autovía, nacional, comarcal, local, urbana
u otras.
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Además de los apartados contenidos en el Boletín estadístico,
otros aspectos que podrían incorporarse al mismo y que mejorarían
notablemente la información obtenida de cada emergencia son:
•
Cantidad de sustancia involucrada entendiendo por tal la que se
ha fugado o derramado.
• Servicios de intervención presentes.
• Breve descripción del accidente.
• Recortes de la prensa local. |