En este apartado consideramos los accidentes en los que se ha comunicado la existencia de una fuga o derrame, tanto a tierra, como a un cauce de agua o a la atmósfera.
En 26 de los 114 accidentes ocurridos en 2011 hubo algún tipo potencial de daño ambiental. En 21 de ellos hubo posible contaminación de suelos, en 6 hídrica y en otros 6 atmosférica. En el año 2012, 21 fueron los accidentes en los que se produjo fuga de la mercancía. En la mayor parte de ellos, 18, se produjo fuga a tierra, en 4 al agua y 5 al aire. Durante el 2013, en 28 de los 87 accidentes ocurridos hubo algún tipo potencial de daño ambiental. En 23 de ellos hubo posible contaminación de suelos, en 2 hídrica y en 4 atmosférica.
Decir que dentro del mismo accidente es frecuente que se produzcan simultáneamente más de un tipo posible de contaminación.
Se observa que en el periodo 2004-2013 los derrames se producen generalmente en tierra (en un 27,6% del total de accidentes), seguido de emisiones al aire (5,7%) y por último en cauces de agua (5,1%). Esta tendencia permanece constante durante todo el periodo analizado.