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Guía para la comunicación de Riesgos Industriales Químicos y Planes de Emergencia |
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1 Por qué y para qué informar sobre los riesgos | ||||||||||||
Anexos
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La legislación comunitaria y española establece la necesidad de informar a los ciudadanos que viven cerca de complejos industriales sobre los riesgos que entrañan estas actividades y sus consecuencias para la salud y la vida de las personas y sus propiedades. La razón de dar esta información reside en los más elementales principios de la democracia y la participación ciudadana: las personas y las comunidades tienen derecho a conocer y participar en las decisiones que pueden afectar a sus vidas, a sus propiedades y a las cosas que valoran. Como consecuencia de la legislación comunitaria (Directiva 82/501/CEE) el Gobierno español promulgó el Real Decreto 886/88 sobre prevención de accidentes mayores en determinadas actividades industriales que aborda en su artículo 12 la necesidad de información a la población sobre los riesgos industriales en los siguientes términos:
Corresponde pues a la Administración (autoridad competente en cada caso) el papel de informar a la población de los riesgos que entrañan las operaciones de determinadas industrias y de los planes de emergencia que se han establecido para minimizar en lo posible las consecuencias de cualquier accidente relacionado con estas operaciones. La mencionada Directiva comunitaria ha sido modificada y ampliada por nuevas Directivas (87/216/CEE y 88/610/CEE), lo que ha motivado también la promulgación de nuevas disposiciones legales por parte del Gobierno español que se recogen en el RD 952/90. En lo que respecta a la comunicación al público, el RD 952/90 establece lo siguiente:
ANEXO C. Anexo VI Información que deberá facilitarse al público en aplicación del artículo 12:
Sin embargo, la comunicación de estos riesgos y de los consiguientes planes de emergencia plantea algunos interrogantes sobre el cómo de esta tarea. Si bien es cierto que es obligatorio y positivo informar, también lo es que la comunicación de los riesgos es un asunto muy delicado que, mal gestionado, puede crear muchos más problemas de los que se pretendía evitar. ¿Se puede generar alarma, si se informa de una manera no adecuada?. ¿Cuáles serían los efectos de esta alarma en la población? ¿Cómo evitarla?. Los expertos en este tipo de comunicación afirman que no existe una única manera de abordar la comunicación de los riesgos, ya que el mejor sistema es aquel que se ajusta a las condiciones específicas de cada zona y de cada población. Sí coinciden en afirmar que la comunicación de riesgos es un proceso que pretende conseguir un público informado, interesado, práctico y colaborador y que en ningún caso pretende minimizar la preocupación del público. En las páginas que vienen a continuación se ha tratado de exponer cuáles deben ser las pautas fundamentales que hay que seguir para desarrollar una comunicación eficaz de los riesgos y planes de emergencia en el Estado Español, partiendo de la experiencias internacionales. El para qué comunicar los riesgos es también un asunto controvertido o para el que tampoco hay una única respuesta: ¿debemos conseguir que la población acepte el riesgo?, ¿podemos conformarnos simplemente con que conozcan la existencia de planes de emergencia?, ¿debemos pretender cambiar la percepción de las poblaciones afectadas hasta conseguir que se sientan seguras?. La mayor parte de los expertos y de las autoridades que ya han trabajado en la comunicación de riesgos se han inclinado por limitar los objetivos al campo de lo realista y, por lo tanto, la mayor parte de los planes de comunicación de riesgos tienen un objetivo común: Dar información a las poblaciones afectadas sobre:
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