En función del Plan de Emergencia activado, se nombrará un coordinador psicosocial (máximo responsable psicosocial) que será nombrado por el director de la emergencia.
Las tareas propias de la coordinación del dispositivo serán las siguientes:
- Coordinación permanente con el Centro de Coordinación de la Emergencia para conocer todas las actuaciones que van a condicionar la intervención con afectados.
- Análisis de la situación: Recogida de Información, estimación de Recursos Humanos (RRHH) y materiales
- Valoración de la adecuación de infraestructura destinada al dispositivo psicosocial: lugares de recepción de familiares; de descanso; de entrevistas personalizadas, zona de salida distinta a la de entrada. Determinación de circuito de entrada, estancia y salida.
- Establecimiento de la gestión de la información: recogida, validación y seguimiento de la información
- Elaboración de directorio de afectados directos con información de nombre, apellidos y teléfono de contacto del afectado directo y/ ó de sus familiares.
- Análisis de necesidades psicosociales concretas
- Definir los objetivos concretos de intervención
- Creación de equipos multidisciplinares según escenarios.
- Distribución de tareas entre los distintos efectivos psicosociales y recursos
- Elaboración de directorio de actuantes con información de nombre y apellidos, turnos, teléfono de contacto y escenario asignado.
- Detección de nuevas necesidades, elaboración de objetivos, evaluación de los mismos y redistribución de tareas, de forma periódica y continuada
- Informar sobre los listados oficiales de heridos y fallecidos, siempre que la Dirección de la Emergencia asigne al dispositivo psicosocial esta tarea
- Recopilar información sobre trámites legales (identificación cadáveres, licencias de traslado y enterramiento...) con el objetivo de planificar la intervención psicosocial
- Posibilidad de canalizar las relaciones entre afectados, autoridades, políticos y medios de comunicación social
- Planificar un dispositivo de seguimiento a través de los servicios sociales y sanitarios ordinarios de las Comunidades Autónomas afectadas, coordinando la participación de las distintas organizaciones ordinarias implicadas en las gestiones posteriores a la emergencia.